Los átomos de carbono pueden formar cuatro enlaces, y permiten así la existencia de toda una serie de compuestos.
El carbono es solo el decimoquinto elemento más abundante en la Tierra, pero puede utilizarse para producir una enorme variedad de moléculas diferentes. Esto ha brindado a los organismos vivos posibilidades casi ilimitadas para la composición química y las actividades de sus células. La diversidad de compuestos de carbono se explica por las propiedades del carbono.
Los átomos de carbono forman enlaces covalentes con otros átomos. Un enlace covalente se forma cuando dos átomos adyacentes comparten un par de electrones, con un electrón aportado por cada átomo. Los enlaces covalentes son el tipo de enlace más fuerte que puede existir entre los átomos, por eso se puede producir moléculas estables con base de carbono.
“Cada átomo de carbono puede formar hasta cuatro enlaces covalentes más que la mayoría de los otros átomos, así que las moléculas que contienen carbono pueden tener estructuras muy complejas. Los enlaces pueden ser con otros átomos de carbono para formar estructuras anulares o cadenas de diversas longitudes; por ejemplo, los ácidos grasos contienen cadenas de hasta 20 átomos de carbono.” (Oxford, 2015) También pueden formarse enlaces con otros elementos, como hidrógeno, oxígeno, nitrógeno o fosforo.
Los átomos de carbono pueden formar enlaces con un solo elemento, como el hidrógeno en la molécula de metano, o con varios elementos, como en el etanol (el alcohol del vino y la cerveza). Los cuatro enlaces pueden ser covalentes simples, o puede haber dos simples y uno covalente doble, como en el grupo carboxilo del ácido acético (el ácido del vinagre).
Bibliografía
Oxford. (2015). Compuestos de carbono. En A. Allott, Biologia de Oxford (pág. 68). Reino Unido: Oxford University Press.
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