La vida se basa en los compuestos de carbono, entre ellos glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
“Los organismos vivos emplean cuatro categorías principales de compuestos de carbono que tienen propiedades distintas y, por ello, pueden emplearse con diferentes propósitos.” (Oxford, 2015)
Los glúcidos (carbohidratos o hidratos de carbono) se caracterizan por estar compuestos de carbono, hidrógeno y oxígeno, con una proporción de dos átomos de hidrógeno por uno de oxígeno; de ahí el nombre de carbohidrato
Los lípidos son una amplia categoría de moléculas que son insolubles en agua e incluyen esteroides, ceras, ácidos grasos y triglicéridos. En términos simples, los triglicéridos son grasas si son sólidos a temperatura ambiente o aceites si son líquidos a temperatura ambiente
Las proteínas están compuestas de una o más cadenas de aminoácidos. Todos los aminoácidos de estas cadenas contienen los elementos carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, aunque dos de los veinte aminoácidos también contienen azufre.
Los ácidos nucleicos son cadenas de subunidades llamadas nucleótidos, que contienen carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y fósforo. Existen dos tipos de ácidos nucleicos: el ácido ribonucleico (ARN) y el ácido desoxirribonucleico (ADN).
Bibliografía
Oxford. (2015). Clasificación de los compuestos de carbono. En A. Allott, Biologia de Oxford (pág. 69). Reino Unido: Oxford University Press.
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